Hojas de un diario viajero. Pequeñas filosofías sobre lo azul

Programa Fortalecimiento del Espacio Cultural Iberoamericano.

Fecha

Del 20 de junio al 10 de agosto de 2025.

Horario

7 p.m.

Serie Mujeres Transatlánticas: Abigail Mejía.

Exposición abierta al público hasta el 10 de agosto de 2025.

Hojas de un Diario Viajero. Pequeñas filosofías sobre lo azul nos invita a descubrir los viajes y estancias de Abigail Mejía a través de una selección de objetos personales, fotografías, manuscritos inéditos, dibujos, cartas, postales y otros documentos que componen su archivo íntimo.

Desde las reminiscencias que ofrece su albacea, Ylonka Nacidit-Perdomo, la muestra propone una lectura sensible y cuidadosa de sus travesías transatlánticas, del ojo avizor con el que captó escenas públicas y momentos familiares, y del modo en que pensó y escribió su tiempo: como mujer, autora y viajera dominicana de inicios del siglo XX.

Sus crónicas, publicadas en 1920 mientras regresaba en barco desde España a Santo Domingo, dan título a esta exposición que reconstruye la vida de una de nuestras grandes intelectuales desde las huellas que dejó a su paso.

Una exposición curada por Ylonka Nacidit-Perdomo y Alfonsina Martínez.

Hojas de un Diario Viajero. Pequeñas filosofías sobre lo azul.

En 1904 la madre de Abigail Mejía, Carlota Solière de Wind, se divorció de su padre, Juan Tomas Mejía y Cotes que,  posteriormente, falleció en 1906. Carlota,  luego de realizar la partición del activo de  la Sucesión de Juan Tomas, con el apoyo del Presidente Ramón Cáceres, obtiene la «autorización de viaje» para irse a Europa.

Carlota se embarcó junto a su madre Petronila de Wind Vda. Solière (de 72 años) junto a sus hijos: Blanca, Luis, Abigail y Elisa. Partieron el 14 de agosto de 1908 en el vapor cubano «Julia», en un trayecto que incluía las costas de San Pedro de Macorís, Ponce y San Juan de Puerto Rico (donde desembarcaron),  retomando la travesía el 19 de agosto, llegando el 29 a Santa Cruz de Tenerife, el 1º de septiembre a Cádiz (España) y el día 4 desembarcaron, en la mañana, en Barcelona.

Esta exposición presenta, desde las reminiscencias que ofrece su albacea,  la otredad  de las estancias  y viajes de Abigail Mejía a España y de retorno a la República Dominicana, realizados en 1908 y 1919. En 1920 en el vapor  correo «Antonio López»,  de la Cía. Trasatlántica Española, de las Antillas al mar Mediterráneo,  haciendo la ruta  de San Juan, Puerto Rico-Barcelona. En 1925 cruzó  el mare atlanticum  en el transatlántico «Manuel Calvo» de la Cía. Trasatlántica Española  navegando de Barcelona a Santo Domingo, y en 1929 en el buque «Waldtraut Horn» saliendo de Puerto Plata, con escala en New York, hasta llegar a Barcelona,  desde el Océano Atlántico Norte.

Medularmente, damos a conocer su narrativa como fotógrafa documental en las etapas  que marcan sus registros iconográficos de espacios públicos, lugares, edificios arquitectónicos,  momentos lúdicos captados en la campiña que revelan su técnica del colorismo, así como el legado visual de su cotidianidad familiar.

La muestra se enriquece con piezas patrimoniales provenientes del archivo conservado de Abigail: objetos personales, manuscritos inéditos de su autoría, cartas de los editores en Barcelona de sus obras Entre Frivolidades (1922), Sueña Pilarín… (1925), Brotes de la Raza (1926) e Historia de la Literatura Castellana (1926), así como tarjetas postales, catálogos de El arte en España de sus visitas a museos y a la Exposición Iberoamericana. Sevilla, 1929-1930, dibujos en tinta de la autora, libros de lecturas  y  oraciones litúrgicas, mapas, y teniendo como colofón un mechón del pelo de Abigail recortado por su madre Carlota en marzo de 1941 (al momento de su fallecimiento) y, guardado en la libreta de notas de la escritora de 1929-1930, marcando su poema «Allí estará el alma…»

La exposición toma el título de  la crónica realizada para la prensa de la República Dominicana —como corresponsal transatlántica desde la alta mar— Hojas de un Diario Viajero, publicada en exclusiva en la revista La Cuna de América en 1920 en siete entregas, escritas  en el vapor «Cádiz» de la Cía. Pinillos, luego de once años de ausencia. Son sus impresiones, como ella indica,  «anotadas en mis cuadernos desde que salí de España» cuando  « […] me separaba de MI España para ir en busca de MI Santo Domingo, llena de añoranzas. » El 25 de mayo de 1919, Abigail parte de  Barcelona, la ciudad Condal.

Hojas de un Diario Viajero  es el primer diario, del siglo XX, de una autora dominicana que se conoce, y en el mismo muestra y comunica la capacidad de su observación —que es  penetrante,  revelando  cuadros y tipos psicológicos—  de lo que sus ojos miran y de cómo  de sus  manos  converge en  páginas y tinta  un trayecto de 21 días en barco en 1919.  He aquí, el umbral de su conciencia y cómo intuía la vida moderna una viajera señorita que, desde fuera, desde la otra orilla, ofrece la diversidad de sus saberes y conocimientos adquiridos en la metrópoli. 

Un viaje es la metáfora del ojo avizor, lo que se capta y se hace referencia, y nos induce a comprender, en este caso, una  identidad femenina,  la de Abigail Mejía (1895-1941), una mujer transatlántica.

 Ylonka Nacidit-Perdomo

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